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Las carceleras, lo indica su nombre, son tonás de ambiente carcelario, a través de las cuales transmiten sus cuitas quienes sufrieron prisión. Como carceleras se rotulan muchas veces los martinetes corridos (véase martinetes), que bien pudieron tener su origen en el penal de El Puerto de Santa María; la única diferencia con un martinete es la temática de sus coplas. Pero existe otro tipo de carceleras, cuya melodía apenas se interpreta sino como soporte musical de un tipo de saetas.
Cantes creados en el presidio que, en tal condición, hablan de la libertad perdida. En muchos casos su música es la misma que la de tonás y martinetes, como el presente: un martinete corrido -pues las estrofas tienen una continuidad literaria- portuense, del gaditano Puerto de Santa María.
María de los Ángeles de las Heras, Rocío Dúrcal (Madrid, 1945 - 2006), hizo sus pinitos en el espectáculo cantando flamenco y fue alumna y luego madrina de boda de Fosforito. Nos trae un estilo habitual entre las saeteras: la copla religiosa dicha sobre la melodía particular de carcelera. Un ejemplo más de cómo los cantes flamencos adaptan maneras concretas y adoptan el colorido musical adecuado.
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