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Se trata de una seguiriya de cambio, lo que significa que en todo o en parte del cante se cambia de tonalidad: de la escala andaluza habitual, a la escala mayor. Pepe el de la Matrona: "A todos los cantes se les pone un título, y siempre por una razón; como la cabal, que tiene su motivo. En Castilla y en toda España se usaba la forma "eso está completo", pero en Andalucía se usaba más la palabra eso está "cabal'. Y pa que un cante estuviera cabal, le tenías que poner un cante de alarde de saber cantar. Si tú estabas cantando en una entonación, natural, tuya, tenías que cambiarte a otra entonación pa hacer el alarde de saber cantar", Rafael Pareja, veterano de reconocida solvencia flamenca, afina: "Ese estribillo (Las Cabales), creación de Silverio, se llamaba así porque tenía el temple recio igual que la seguiriya; lo decía inmediatamente después del último tercio de ésta. La letra más corriente era la que decía: "De la Polverita / hasta Santiago...". En las cabales se descubren entonaciones de procedencia americana que probablemente trajo Franconetti de Uruguay cuando regresa en 1864.
En gran medida somos hijos de Silverio Franconetti. Él limpió, fijó y dio esplendor al primer repertorio jondo. Para la posterioridad, a pesar de la pertinaz amnesia patria y los sesgos gitanistas, ha quedado su cante seguiriyero por cabales. Las atribuidas al Planeta, que se dan por las más antiguas, mucho parecen tener de Silverio. Tal y como explicamos en el comentario anterior el tono mayor es el que define estos cantes y nos trasladan a una época en la que, como en el repertorio popular, los modos armónicos (el mayor y el menor) dominan sobre el nuevo modal andaluz, heredado del fandango.
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